19 de junio de 2012

Sobre las necesidades educativas personales

Una expresión que se ha hecho usual en el entorno educativo es la de necesidades educativas especiales. Siempre estamos buscando formas de nombrar las cosas que son demasiado complejas para la mayoría, de una manera que no suene despectiva... pero como en realidad lo despectivo está en nuestra mente, la estrategia fracasa.

A mi me sucede mucho, cuando me presentan para dar cursos o talleres, o en alguna conferencia suelen decir que soy escritora, narradora oral y en ocasiones incluso que soy licenciada en algo, psicología o filología ¡filología! son las carreras que más me atribuyen, lo que me lleva a tener que aclarar, una vez estoy en el uso de la palabra, que yo en realidad soy "fracaso escolar". En casi todas las ocasiones se escucha un murmullo de desaprobación y alguien me dice con tono de paternal reprobación (entre autoritaria y amorosa) que no debo hablar mal de mí, que debo ser positiva. 

Yo no hablo mal de mí al decir que mi único título posible, logrado dentro del sistema educativo es "fracaso escolar", este es un termino acuñado por especialistas en educación para poner de manifiesto el fracaso de la escuela, no de la persona. La escuela fracasó conmigo, no supo acercarse a mi forma de aprender y no logró entender como funciona mi mente, y yo, como niña o adolescente no encontré dentro del sistema escolar, ni en mi familia, la guía y el apoyo necesarios. 

La semana pasada disfruté viendo la película sobre la adolescencia y juventud de Temple Grandin, y una frase que se repite continuamente es diferente pero no inferior. Temple Grandin se ha convertido en la inspiración de muchas familias al lograr ser una autista exitosa y reconocida en su inserción en la vida adulta. Ella tiene no solo una licenciatura, sino un doctorado. Con ella el sistema escolar no fracasó, aunque no lo hizo principalmente por que su madre Eustacia Cutle, que es quien acuñó la frase, nunca se permitió un momento de duda. 

Un mundo perfecto será aquel en el que no necesitemos ponernos etiquetas, en que seamos como seamos, podamos sentirnos respetados. Donde las barreras naturales no se vean reforzadas por las barreras de los prejuicios y los tabúes sociales. Para quienes no encajamos en la media (que es solo el lugar donde más personas se encuentran)  hay muchos recursos que pueden ayudarnos a no parecer tan extraños en este presente no-perfecto. Por ejemplo, para mí el corrector ortográfico es fundamental, de lo contrario este post tendría casi tantas faltas de ortografía como palabras, lo que no contribuye a la buena imagen de una escritora. Cuando vivamos en un mundo perfecto se entenderá que imaginar y recrear es una cosa y escribir sin faltas de ortografía es otra, por eso vamos tomando atajos, por si ustedes quieren indagar en lo que se está haciendo por ahí les dejo algunos enlaces, el primero a la web oficial de Temple Grandin. 

Temple Grandin (en ingles) 

Educación especial (en castellano) 

Educación-especial (en castellano)

Mis enlaces educativos (en castellano), es el blog personal de nuestra compañera Jacqueline,  donde recoge multitud de recursos. 


Y les dejo un vídeo para abrir boca. Y por si son ustedes parte de una de esas familias que no se encuentran en el medio con la mayoría, que no se les suba  a la cabeza... diferentes pero no superiores ;)


Carmen Ibarlucea 

1 comentario:

JF dijo...

Sobre las Necesidades Educativas Personales recomiendo la lectura de la tesis doctoral que se puede encontrar en:

http://digitool-uam.greendata.es:1801/view/action/singleViewer.do?dvs=1384296053694~455&locale=en_US&VIEWER_URL=/view/action/singleViewer.do?&DELIVERY_RULE_ID=4&frameId=1&usePid1=true&usePid2=true&COPYRIGHTS_DISPLAY_FILE=copyrightsTESIS