MENDEL, el señor de los guisantes
Sergi Aguilar
Mendel no hacía más que poner verdes a los monjes de su monasterio.
Pero no de un verde cualquiera: ¡era un verde guisante!
En su huerto ya no cabía ni media lechuga... ¡Sólo guisantes!
Los pobres monjes los tenían que mojar en la leche del desayuno, comer, merendar y cenar. Así fue cómo, después de cultivarlos a toneladas, Mendel terminó ganándose la confianza de los guisantes... y éstos le susurraron al oído uno de los secretos mejor guardados de la naturaleza.
4 comentarios:
Hola Jacqueline. Si te apetece poner un sello en tu blog, en el mío tienes uno; si no, no pasa nada.
Un abrazo compi
Hola soy Katita a la que escriviste mi e-mail es katita.palmeira@gmail.com a y mi nombre es Ekaterina
Adios besos.
Hola Jacqueline, pasate por mi blog que tengo un regalito para ti, besitos mágicos
me encanto!!!!!!!
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